Manipulación desde edades tempranas

 El otro día estuve en la Feria del Libro de Madrid y me enteré de la existencia de la colección "Esto no es un cuento", publicada por la editorial cristiana San Pablo en colaboración con Mundo Negro. En cada libro de esta colección se cuenta, acompañado de imágenes e ilustraciones y adaptado a los más jóvenes, un día en la vida de una niña que vive en un lugar recóndito sin las comodidades necesarias para el mundo moderno. De momento solo existen tres tomos publicados, a saber; Sobre Togo, Perú, y Marruecos.

   Nada más observar esta colección desde fuera se huele la inmensa ignorancia disfrazada de buena intención que impera en trabajos similares, en los que un occidental viaja a un país lejano con el supuesto fin de "mejorar la vida de sus habitantes" de una manera tan superficial que acaba siendo un simple espectáculo para blanquitos sedientos de exotismo. De este modo, la clase media que en los últimos años viene siendo consolidada en esos países "exóticos" con mucha razón protesta por esta imagen desfasada de su país, propulsada por los occidentales como forma de intentar quedar por encima aún con todas sus idiosincrasias actuales. 

   Así pues, sostengo que "Esto no es un cuento" realmente NO hace honor a su nombre. Hace unos veinte años sí que tendría sentido escribir una historia-denuncia sobre la dureza de la infancia en un país exótico. Pero en estos tiempos es hora de cuestionar el tópico de "blanco salvador" propagado desde los tiempos coloniales decimonónicos y pensar en los problemas que existen en nuestras sociedades occidentales.

  Actualmente existe otra interesante colección de literatura infantil y juvenil que, a diferencia de la anterior, retrata las temáticas actuales sin necesidad de viajar lejos. Se trata de "Miranda y Tato", publicada en Edelvives  y que muestra a los jóvenes lectores la realidad de nuestra sociedad sin necesidad de máscaras, representando además la realidad de mi país de manera muy lograda. Ésto definitivamente contrasta con el mensaje anticuado y hasta cierto punto etnocentrista de "Esto no es un cuento", reflejando así el gran cambio que ha sufrido el mundo en estos últimos años. 

     A modo de conclusión, sería conveniente que Occidente, y en especial España, empiece a olvidarse de los problemas ajenos e intentar mejorar los suyos propios. Sólo así se evitarían las manipulaciones y la propagación de noticias falsas.