HUELGA DE HAMBRE POR EUROPA

 

   Reparto de comida en un comedor benéfico de Alemania (Fuente: gettyimages)

 Ya he hablado en mis anteriores entradas sobre el desgarrador futuro que le espera a mi amada Europa. Sin duda se está convirtiendo imparablemente en un nuevo Tercer Mundo equiparable a lo que años atrás fue África, como puede verse a causa de la desindustrialización de Alemania, otrora gran potencia y motor económico del continente, así como de muchos otros países. De este modo, veo como en un futuro cada vez más cercano los gobiernos de países del llamado Sur Global, los cuales emergen de las cenizas dispuestos a ser los nuevos reyes del mundo, declararán un cambio de tendencia mediante el cual los europeos seremos los desafortunados receptores de la ayuda humanitaria mundial. Las calles de Madrid, París, Berlín, y Londres serán recorridas por camiones impulsados por el gobierno de países tan "exóticos" como Tailandia, India (¿O Bharat?), e incluso Senegal que transportarán todo tipo de alimentos, medicinas, y todo lo necesario para la supervivencia de una población europea empobrecida y evidentemente desnutrida. También el turismo (único motor económico que nos quedará para impulsar nuestra maltrecha economía se convertirá en el "mejor" de los casos en volunturismo para socorrer a todos ésos blanquitos harapientos y famélicos que emitirán las televisiones del Sur Global. De este mismo modo, la pujante clase media bharatí, colombiana, o malaya claramente se conmoverá al ver las caras desvalidas de niños blancos que pedirán a los visitantes extranjeros cualquier cosa que les caiga en las manos, hecho que de manera obvia les impulsará a enviar el equivalente de cinco dólares diarios a la familia de esas desgraciadas criaturas con el fin de contribuir a su alimentación, educación, y atención sanitaria. Todo este desolador panorama alimentará la emigración por parte de los habitantes de la empobrecida Europa hacia el Sur Global, ya sea cruzando el Atlántico o el Mediterráneo en balsas de goma y/o atravesando Asia escondidos en destartalados camiones. 

  Por ello, y ante la impotencia, he decidido comenzar una huelga de hambre por mi continente natal. Los europeos NO nos merecemos vivir en este infierno económico, y esta es mi única forma de protestar ante esta situación.