Sobre la necesidad de una cooperación Sur-Norte

 En el suplemento Planeta Futuro del diario El País ha aparecido este artículo donde se refleja CLARAMENTE la durísima vida en los pueblos de la actualmente casi desindustrializada España. De este modo, los profesores venidos de zonas urbanas son la única esperanza para las nuevas generaciones nacidas en ésos páramos desolados donde cada día que pasa hay menos expectativas de futuro. 

Fotograma del documental de L. Buñuel "Las Hurdes, tierra sin pan", sobre la Extremadura rural de los años 30. (Imagen de archivo) 

   En esto se me ha venido a la cabeza esta publicación de hace unos años en el blog de la fotógrafa Marta F. Andrés en la que se informa sobre la iniciativa que tuvo una mujer española a principios de los 2000 al visitar un pueblo cercano a la ciudad de Bangalore, en la India. Al parecer a esta visitante le impactó tanto la falta de expectativas y la miseria que imperaba en aquel lugar (¿Les suena?) qué decidió crear una asociación para labrar un futuro a los habitantes del pueblo, especialmente, y como no, a las mujeres y los niños. 

  Sin embargo es de sobra conocido actualmente que la India está cambiando radicalmente y mejorando a pasos agigantados. De este modo, iniciativas como la mencionada en el anterior párrafo cada vez tienen menos sentido en ese país que ahora mismo avanza hacia el futuro y cuyo gobierno hace grandes esfuerzos para eliminar la pobreza extrema que hasta ahora asolaba esa sociedad. Podría decirse que en estos tiempos el mundo está sufriendo un cambio radical y ésos problemas que achacaban a las sociedades lejanas como la de la India se están mudando a otros lugares mucho más cercanos como por ejemplo, ay, ESPAÑA.

   Llegados a esta conclusión cabe esperar que dentro de nada surja un nuevo tipo de cooperación Sur-Norte para ayudar a maltrechos países occidentales como España por parte de los países hasta hace nada considerados "exóticos". De este modo veo en un futuro muy cercano una España tomada por cooperantes de ONGs procedentes de lugares tan lejanos como China, Ecuador, o Malasia (por mencionar algunos) que se dirigirán como locos a socorrer a una población abandonada a su suerte por su propio gobierno. Asimismo proliferarán por toda la geografía española las iniciativas de asociaciones extranjeras para llevar a cabo toda clase de labores humanitarias, probablemente deshumanizado así a los habitantes